miércoles, 25 de marzo de 2020

TEXTO 2: SENTIMIENTOS A FLOR DE PIEL


"No existe frase sin texto, ni texto sin su contexto".

Hola, ¿cómo estás?. Espero que estés bien tú y tu familia.
Sabes, esta mañana cuando me he levantado, he sentido la necesidad de escribirte, pues quería saber cómo te va todo. Estas letras quiero que te sirvan en tu día a día.
Te echo de menos. Lo mismo esto te da risa. Muchas veces la seño de Reli ha salido de clase un poco decepcionada por una mala contestación o por la falta de interés en su asignatura, pero no quiero acordarme de esto. Todo tenemos nuestros malos momentos. Y si alguna vez hemos tenido algún desencuentro, piensa solo que me estaba preocupando por ti. Prefiero recordar cuando he conseguido sorprenderte, te he resuelto un problema o me has dicho que te ha gustado la actividad y si otro día repetimos. O cuando tú eres el que me sorprendes con un trabajo bien hecho o con unas buenas respuestas. O con un dibujito , con un “te quiero seño”, o con un abrazo y una sonrisa. ¡Qué te echo de menos¡
Ay, recuerdo mi día a día antes de lo sucedido y siento que necesito seguir como antes. Pero ahora no puedo. Tu tampoco, ni tus padres, ni nadie... pero como se está diciendo en estos días, hay que aprovechar estos momentos y hacer cosas que antes no podíamos hacer por falta de tiempo.
Ahora es momento de estar con los tuyos. Es difícil, no es tan fácil. Por lo menos a mí me pasa. Hay que amoldarse y respetar
los tiempos de unos y otros, compartir tareas y saber escuchar. Antes con las prisas, y ahora con mucho tiempo, es difícil hacerlo.
Estoy pensando en mandarte una tarea. Pero la tienes que hacer voluntariamente. Porque quieres hacerla. Sólo así va a tener nota. Nota en tu corazón y en el mío. Nota que no se ve, sino que se siente.
Necesito que todos los días busques un momento en el que te apartes de todo. Cuando mamá o papá no te necesiten y tengas tu tiempo libre. Ya has jugado, leído, visto una peli o has hecho algunos de los deberes de cualquier asignatura. Lo mismo puedes hacer esta tarea antes de acostarte.
Quiero que estés a gusto. En silencio. Vas a meditar, reflexionar, pensar en lo que has hecho durante el día. Y lo vas a ir
apuntando en un cuaderno. No tienes que escribir mucho. Sólo lo necesario. Puedes incluso sólo
apuntar lo que te haya sido más sorprendente o alguna cosa chula que hayas hecho o aprendido
o escuchado. Incluso si has cantado o bailado alguna canción. O si has hecho algo bueno
por tu familia y te has sentido útil por ello. Vas a ver qué cosas tan bonitas puedes hacer. E
incluso, si quieres, puedes hacer un dibujo sobre ello.



Después, me gustaría que dedicaras unos momentos para hablar con Él. No es obligatorio. Tienes que querer. Le vas a leer todo lo que has escrito. Él te escucha. Si lo necesitas, le puedes dar las gracias por todo lo bueno que has tenido durante el día. También, puedes contarle si te preocupa algo en especial y
pedirle ayuda. Para ti, para tu familia, para tus amigos, para tus vecinos, para el mundo.
Esto lo puedes hacer todos los días, o cuando sientas la necesidad de expresarte. Cuando sientas tristeza o alegría. Cuando sientas nerviosismo o sientas tranquilidad. Puede ser como una especie de diario. No sé si esto mismo ya lo estás haciendo. Creo que te puede venir muy bien.
Ésta es la primera carta que te he escrito. Me gustaría pensar que te ha gustado que me dirija a ti. Necesitaba hablarte. Con esta carta te envío mi cariño y afecto, y mis ánimos. Ahora tienes mucho tiempo para expresar todo tu amor a los tuyos. Aprovecha esta ocasión. Valora lo que tienes y lo que puedes ofrecer, que es mucho.
Tu seño Clara, que te quiere mucho y no te olvida. P.D. Un abrazo también para tu familia.                   

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