Carta a mis familias del cole.
Con mi mochila a cuestas.
Este año vuelvo a estar en mi cole, en el cole de mis hijos, donde empecé como madre del AMPA. Corrían los años (2000 - 2007). Mi papel era importante, pues era la tesorera. Hoy por tercera vez como maestra, tras recorrer Andalucía desde Huelva a Almería, sin la más mínima remuneración adicional y con dos hijos pequeños, vuelvo a ese lugar desde donde crié y eduqué a mis hijos.
Ellos, muy jóvenes por cierto ya alzaron el vuelo, y siento que mi papel no es menos importante. Como madre me tendrán siempre para lo que necesiten y como maestra... bueno como maestra es otro cantar.
La profesión de maestra es de una enorme de responsabilidad. "El material de trabajo", permítanme la comparativa, con el que contamos y que no te pertenece es altamente sensible pues trabajamos con niños. Niños que sienten, que sonríen, que lloran, que se ven desprotegidos, que se asustan, que lideran, que se pierden, que retan, que discuten, que se superan a si mimos, que se hunden, que llaman la atención o... lo que es aún peor pasan absolutamente desapercibidos; si a todo ello sumamos esa burocracia asfixiante que deja sin respirar ideas para tus alumnos y alumnas, o para hacer de tu profesión la más bella del mundo, apaga y vámonos.
NO obstante, mientras mi cuerpo y mente me de las fuerzas necesarias seguiré aquí y no precisamente por esas "maravillosas vacaciones" que considero tan necesarias y merecidas. Sino porque amo esta profesión y creo en ella.
Igual puedo parecer algo quijotesca, ilusa, utópica, lunática...lo cierto es que me da igual, porque al final de cada batalla siempre siento que es más lo que recibo que lo que ofrezco. Mi ser se enriquece con retazos de lo mejor de todos y cada uno de ellos y ellas.
Esta presentación va por toda mi comunidad educativa.
Atentamente
La seño Reme @esamorisca.